Las personas que menos te soportan podrían ser parte de tu estrategia. Jake Paul lo tiene claro: no hay mejor recurso que el ruido, incluso si ese ruido viene con críticas. Su marca de cuidado personal, W, es el ejemplo perfecto de cómo convertir comentarios negativos en un impulso poderoso para una estrategia sólida.
Analicemos.
El algoritmo ama el drama
El odio también vende, aunque suene contradictorio. Cada comentario crítico, cada meme sarcástico o publicación en contra alimenta el engagement. Y al final, lo que realmente importa en Instagram, TikTok o X es la interacción. Más clics, más ojos en tu contenido, más relevancia para el algoritmo.
Jake Paul no sólo lo entiende, lo capitaliza.
En lugar de temer el odio, W lo abraza y lo redirige. Los comentarios negativos se convierten en contenido: memes, respuestas inteligentes o incluso campañas que refuerzan la identidad de la marca.
Así se ve en acción.
En un evento reciente, un cántico masivo de "F*** Jake Paul" se volvió viral. En lugar de ignorarlo, Jake lo transformó en una edición especial de su body spray, reemplazando la "W" de su marca por una "F".
Una jugada brillante que convirtió una crítica directa en un movimiento de marca que no pasó desapercibido. Pero no se queda ahí, también van un paso más allá con experiencias físicas.
Para promocionar una de sus peleas, lanzaron una máquina de boxeo con su rostro como objetivo.
Lo que parecía un ataque personal, Jake lo transformó en un imán de viralidad. Logró atraer a fans, haters y curiosos por igual, todos queriendo probarlo. Al final, su cara en esa máquina se convirtió en otro altavoz para amplificar su marca.
No es para todos, pero funciona
Aquí está la clave: W no intenta gustar a todo el mundo. De hecho, el hecho de polarizar es parte de su estrategia.
Si tu marca intenta complacer a todos, terminas diluyendo tu mensaje. W hace lo contrario: se posiciona con una voz fuerte y distintiva, sabiendo que atraerá a los que realmente conectan con su propuesta y a los que no... bueno, ellos se encargarán de mantenerlos en el radar.
Jake Paul sabe que ser memorable es más valioso que ser universalmente querido. En un mercado lleno de marcas que juegan seguro, ser diferente –y controversial– puede ser el mejor diferenciador.
¿Qué significa esto para las marcas?
El miedo a ser criticado o polarizar suele paralizar a muchas empresas. Pero si lo piensas, ¿qué es peor: ser odiado o ser ignorado? Jake apuesta por lo primero. Porque el odio, cuando se maneja bien, puede ser una señal de relevancia.
Pongámoslo así: si nadie se toma el tiempo de criticar tu marca, probablemente no estés generando suficiente impacto.
W demuestra que las reacciones, ya sean positivas o negativas, pueden ser igual de valiosas si sabes cómo manejarlas. Y la mejor parte es que este enfoque no requiere un presupuesto masivo; requiere audacia.
Lecciones de W
No huyas del conflicto, encáralo. Si hay críticas, úsalo como material para generar conversación. Una respuesta inteligente o un meme bien hecho puede cambiar la narrativa a tu favor.
Define tu identidad. Una marca sin una posición clara no sobrevive. Si intentas agradar a todos, terminas hablando con nadie.
Convierte el ruido en conversión. Las personas que te odian siguen hablando de ti, y en el camino, otras personas sienten curiosidad. Esa curiosidad abre la puerta a nuevas audiencias… y nuevos clientes.
El impacto real
La estrategia de W genera atención, pero más importante: genera resultados. Sus publicaciones más polémicas consistentemente superan el engagement promedio de su categoría.
Y aquí está el giro, algunos de esos críticos iniciales terminan comprando, porque la curiosidad y la repetición tienen poder.
Para algunas marcas, el juego no se trata de caer bien, se trata de ser relevante. Manejar las críticas, más que cuestión de defensa, es una oportunidad para diferenciarte, posicionarte y, al final, ganar.
Usa CGI en tus Ads 🔥
Enable 3rd party cookies or use another browser