Pocas apps logran el estatus de “fenómeno” antes de su lanzamiento, pero Daze, una nueva app de mensajería ultradinámica para la Gen Z, lo ha conseguido.
¿Su secreto?
Una estrategia de marketing tan inusual como efectiva: ni influencers, ni anuncios pagados, ni contenido protagonizado por humanos.
Entonces, ¿qué han hecho para generar una lista de espera con más de 150K personas?
Analicemos.
El lugar correcto
Daze entendió perfectamente dónde y cómo captar la atención de la Gen Z, TikTok. La plataforma favorita de esta generación, y lo hicieron con un enfoque DIY.
Sus videos son todo menos producidos: demos de la app aceleradas, sin actores, sin voces en off y con ese toque crudo que le da autenticidad.
El resultado es contenido que no pretende ser perfecto, pero que conecta directamente con su audiencia.
¿Por qué funciona? La Gen Z no quiere marketing “pulido”; quieren ver el producto tal cual, en acción, y que sea relevante para su estilo de vida. Los videos se sienten como una conversación entre amigos: muestran cómo funciona la app sin forzar nada, con un toque de misterio.
En lugar de explicar cada detalle, sólo dejan entrever fragmentos, creando intriga y manteniendo a los usuarios enganchados.
Lección🧠: a veces, menos, es más; deja que tu producto se venda solo y muéstralo de forma genuina.
La espera es el deseo
¿Quién no ha experimentado el FOMO (Fear of Missing Out)? Daze lo aprovechó al máximo creando una lista de espera que ya cuenta con 156,000 personas ansiosas por unirse a la app. Cada día que alguien pasa sin acceso se convierte en un recordatorio de que está perdiéndose algo genial. Y esa escasez impulsa el deseo.
Pero no sólo es una táctica de exclusividad; la lista de espera de Daze también sirve como un filtro para su audiencia, asegurándose de que quienes lleguen sean los realmente interesados en una experiencia de mensajería diferente.
Esto genera una comunidad más comprometida y reduce las probabilidades de que los usuarios abandonen la app al poco tiempo.
Dato ✍🏻: la escasez puede ser un arma poderosa, pero asegúrate de utilizarla para crear valor, no sólo para aumentar el hype.
Sin influencers, sin ads
Uno de los aspectos más sorprendentes de la estrategia de Daze es la total ausencia de ads o influencers. En lugar de apoyarse en personas famosas, han dejado que el producto hable por sí mismo, aprovechando su atractivo visual para crear una presencia digital fuerte y auténtica.
Esta decisión no es casual; en lugar de parecer que quieren “venderte” algo, logran que los usuarios se interesen de manera orgánica, atraídos por la propuesta de una mensajería personalizada y libre.
La autenticidad y transparencia en los contenidos permiten que el público conecte directamente con la app y que cada interacción con el contenido sea más significativa.
No siempre necesitas la validación de influencers; si tu producto es innovador y tiene un diseño atractivo, puede captar la atención por sí mismo.
Mucho más allá de la app
El boca a boca sigue siendo el rey del marketing, y Daze lo tiene claro. Su equipo llevó esta estrategia al siguiente nivel creando una comunidad en Discord, donde los usuarios pueden compartir su emoción y, al mismo tiempo, ganar puntos al invitar a sus amigos para escalar posiciones en la lista de espera.
Es una movida inteligente ya que incentiva el boca a boca y también construye una base de usuarios comprometidos desde el principio.
En Discord, la gente se anima a intercambiar ideas, expectativas y todo tipo de contenido sobre la app, lo que aumenta la anticipación.
💡Lección: cuando logras que tu audiencia se sienta parte de algo, ellos mismos se encargan de hacer crecer tu comunidad de forma orgánica.
¿Qué puedes aprender de Daze?
Daze nos demuestra que el marketing no tiene que ser complicado para ser efectivo.
En lugar de bombardear a su audiencia con anuncios y promociones, dejaron que el producto hablara por sí solo, de manera auténtica y sin adornos. La Gen Z valora las experiencias reales, y Daze lo entendió a la perfección.
Esto nos recuerda que, a veces, la mejor estrategia es dejar que tu producto brille.