La mayoría quiere que la AI suene como su marca. Pero no siempre le están enseñando cómo hacerlo.
Suben su brandbook entero, algunos newsletters viejos, un "About Us" reciclado. Y esperan que con eso salga un texto brillante y fiel a su voz. Cuando suena genérico, se frustran. Pero no es culpa de la herramienta. Es que el tipo de contexto que le dieron no fue el más útil.
No se trata solo de dar contexto, tienes que darle el tipo de información que ayuda a escribir como realmente quieres.
El secreto está en cómo la entrenas
En Weplash usamos lo que llamamos bloques de contexto. Son bloques cortos, estructurados, pensados 100% para entrenar a un modelo a pensar, decidir y escribir como tu.
Olvídate del brandbook. Un buen bloque de contexto no es una biblia de marca, es una instrucción específica que la AI puede entender.
Como este:
Ahí hay tono, lenguaje, estructura, formas de razonar. Todo lo que define tu estilo cuando hablas o escribes.
Y como está en formato JSON, es legible para cualquier modelo. (Si quieres saber más sobre el formato JSON, y como usarlo para hacer videos AI virales, la edición de abajo es para ti).
El resultado es una AI que no solo entiende tu marca, sino que puede escribir como si fueras tú en 10 segundos.
¿Qué bloques deberías crear sí o sí?
Si quieres que la AI trabaje como parte de tu equipo, necesitas entrenarla como tal.
Acá los más importantes (y lo que deberías poner en cada uno para que después te genere un JSON prompt a medida):
1. Perfil del Cliente
(Entrena a la AI para hablarle a la persona correcta).
Qué poner:
¿Quién es? (ej: dueña de una marca de skincare en crecimiento)
¿Qué quiere lograr?
¿Qué le frustra o le da miedo?
¿Qué ya intentó que no le funcionó?
¿Qué la hace decir: “Ok, necesito esto ya”?
Esto lo usas en: copys de venta, guiones de video, emails, anuncios.
2. Tu Voz
(Le dice a la AI cómo sonar como ti, no como ChatGPT).
Qué poner:
5 palabras que definan tu tono (ej: directo, sarcástico, empático)
Expresiones que usas siempre.
Palabras o frases que evitas.
Ejemplos de contenido que suena 100% a ti.
Qué tan formal o coloquial hablas.
Esto lo usas en: newsletters, posts de LinkedIn, contenido con tu nombre.
3. Tu producto desmenuzado
(Para que no invente beneficios ni precios).
Qué poner:
Qué vendes (sin humo).
A quién está dirigido.
Beneficios reales.
Objeciones típicas y cómo las respondes.
Casos de éxito o validación externa.
Esto lo usas en: landings, emails de venta, secuencias automatizadas.
4. Cómo Piensas
(Le enseña tu punto de vista sobre tu industria).
Qué poner:
Opiniones fuertes.
Temas que repites mucho.
Frameworks propios o formas de explicar conceptos.
Frases que podrían ir en un keynote.
Lo que te diferencia de otros en tu sector.
Esto lo usas en: contenido educativo, hilos, entrevistas, cursos.
Con solo tener esto armado en texto simple, puedes decirle a ChatGPT:
“Convierte esto en un prompt en formato JSON para usarlo como base en todos mis contenidos.”
Y boom. Tienes tu modelo editorial personalizado, listo para trabajar como tú o tu marca. Así se ve en acción:
¿Dónde se usan los bloques de contexto?
No hay un lugar secreto donde “pegarlos”. Se usan al inicio del prompt que le das a la AI. Cuando vas a generar algo, copias el bloque que necesitas y lo incluyes al inicio de tu prompt. O también, como instrucciones en tu AI de preferencia.
¿Qué combinación usar según el contenido?
✅ Newsletter o post personal → Voz + Cómo piensas.
✅ Secuencia de ventas → Producto + Cliente real.
✅ Video para anuncios → Cliente real + Producto + Voz.
✅ Artículo con opinión → Cómo piensas + Voz.
No necesitas usar siempre los 4 bloques. Elige solo los que aportan valor para esa tarea, como si armaras un equipo con los roles justos para ese proyecto.
Son bloques simples, pero bien usados, pueden transformar cómo trabaja tu AI.