Perplexity (una startup de AI valorada en $18,000 millones) lanzó una oferta en efectivo de $34,500 millones para quedarse con Google Chrome. Un navegador con más de 3,000 millones de usuarios, pieza central del 65% del tráfico web y la joya más estratégica en el ecosistema de Google.
El problema: no está en venta.
Y aunque lo estuviera, su valor real se estima entre $150,000M y $200,000M. Entonces, ¿por qué hacerlo?
La nueva “puerta de entrada” de la AI
En la guerra actual de buscadores con inteligencia artificial, el navegador es el punto cero:
Define cómo buscas.
Qué consumes.
Y dónde compras.
OpenAI con GPT Browser, Perplexity con Comet y otros players están construyendo navegadores que no solo muestran páginas, sino que actúan como asistentes, traducen, resumen, comparan precios e incluso compran por ti.
Quien controle esa puerta de entrada, controla la ruta de datos y la relación con el usuario.
El poder de un titular
La movida de Perplexity no es financiera, es mental.
Ofrecen casi el doble de lo que vale la propia empresa, generan titulares globales que los posicionan como el “anti-Google” sin gastar en campañas, y entran en la lista mental de quienes quieren una alternativa por privacidad, innovación o simple curiosidad.
Hoy, cualquier debate sobre el futuro de los navegadores con AI va a incluir a Perplexity, aunque nunca compre Chrome.
El precedente que están buscando
Si un día, por presión regulatoria o descontento masivo, Google tuviera que soltar cuota, Perplexity ya estaría en el radar como opción seria.
Mientras tanto, capitaliza atención, atrae posibles aliados y refuerza su narrativa de “el nuevo rival a tener en cuenta”.
Todo por el precio de una carta pública y un número imposible.
La lección para cualquier marca
A veces el objetivo no es cerrar la venta, sino ocupar un espacio en la mente del mercado antes de que exista la oportunidad real.
En un entorno lleno de ruido, una movida inesperada, incluso si nunca se concreta, puede ponerte en la conversación y dejarte mejor posicionado que muchas campañas millonarias. 😉