Los anuncios hiperrealistas hechos con CGI están invadiendo nuestro timeline. Desde vallas publicitarias que parecen sacadas de la vida real hasta anuncios en línea que te hacen dudar si son verdad o ficción, esta tendencia está revolucionando la forma en que las marcas se comunican con nosotros.
¿Por qué está ocurriendo todo esto?
La tecnología ha llegado a un punto en el que es prácticamente imposible distinguir entre imágenes y videos genuinos y los generados por computadora. Esto significa que las marcas pueden crear anuncios que son impactantes y, la verdad, nos dejan boquiabiertos.
El uso del CGI en el mundo del marketing es una respuesta a la creciente demanda de los consumidores.
Estamos bombardeados con información y publicidad por todas partes, por lo que las marcas necesitan formas novedosas de destacar. Aquí es donde entra el CGI, permitiendo a las marcas crear anuncios que son visualmente irresistibles y que te atrapan desde el primer vistazo.
Además, el CGI le da a las marcas una flexibilidad increíble. Pueden adaptar anuncios a diferentes mercados o ajustarlos para encajar en diversas plataformas.
Así lo están utilizando las marcas
Veamos algunas de nuestras favoritas este año.
L'Oréal para su labial Infallible Matte Resistance que parecía tan real que todos pensamos que era un labial gigante de verdad.
Jacquemus con sus bolsos Le Bambino en París.
Pandora para abrir el fashion week.
Fenty Skin para el lanzamiento de un nuevo producto.
¿Seguirá siendo esto una apuesta segura?
El CGI seguirá marcando la pauta en el mundo del marketing en los próximos años. A medida que la tecnología avance, las marcas podrán crear anuncios aún más impactantes y realistas.
Y lo mejor de todo, conforme las herramientas de CGI se vuelvan más accesibles, los negocios más pequeños podrán crear sus propios anuncios CGI sin desembolsar una fortuna. Esto les dará la oportunidad de competir con las grandes marcas y llegar a un público mucho más amplio.
La tendencia está aquí para quedarse
Las marcas que la abracen tendrán una ventaja competitiva y un alcance mucho mayor. Y las pequeñas empresas también pueden subirse a este tren, siempre y cuando lo hagan de forma inteligente.