⚡️ Lo que el jabón de Sydney revela sobre deseo y marca
Cómo usar la fantasía para hacer dinero.
Sydney Sweeney lanzó un jabón con “gotas de su agua de baño”.
Sí, suena ridículo, pero se agotó en segundos.
Hoy se revende por más de $700 en eBay.
Pero, más allá de ser una campaña provocadora, es un experimento perfectamente ejecutado sobre cómo convertir un deseo íntimo en una transacción pública.
Un pedazo de fantasía encapsulada, dice más sobre branding que cualquier plan de medios.
Te explico.
Lo que realmente están vendiendo
La marca es Dr. Squatch y una colaboración así no buscaba generar aprobación. Buscaba algo más efectivo. Activar la fantasía de quienes ya estaban ahí.
En este caso, no están hablando de limpieza. Se trata de acceso simbólico.
Un producto así no se diseña para gustarle a todos. Se diseña para quienes ya fantasean contigo y para que puedan justificar esa fantasía en forma de compra legítima.
¿El truco? El contexto
Unidades limitadas, certificado de autenticidad, numeración y la historia: “tiene gotas del agua de su baño”.
No importa si es cierto o no. Lo que importa es que la narrativa sea lo suficientemente absurda para compartirse y lo suficientemente verosímil para activar deseo.
Definición: marketing basado en tensión.
El precio era irrelevante
¿$8? ¿$700? Da igual. El valor no está en el contenido, sino en la historia que permite contar. Y eso lo vuelve vendible, revendible y deseable.
Como unas sneakers de edición limitada, un NFT inútil o una botella firmada. No estás comprando el objeto. Estás comprando una parte de lo que representa.
Y si creías que exagerábamos…
Las respuestas del público no tardaron en aparecer. No en forma de retuits o memes.
Sino en mensajes reales, ridículos y fascinantes.
Literalmente gente rogando por agua de la bañera, ofreciendo $400,000, o queriendo regar su bonsái con ella.
Este producto activó fantasías y les dio un lugar para decirlas en voz alta.
Lo que muchas marcas no se animan a hacer
No todo el mundo necesita entender tu producto. Lo que sí necesita pasar es esto:
✅ Que active conversación.
✅ Que canalice una emoción real (aunque sea absurda).
✅ Que tenga forma de escasez, no de catálogo.
Este jabón no está pensado para gustar. Está pensado para ser imposible de ignorar.
Hablaron con precisión (y humor)
Lo más incómodo de esta campaña no es la idea del producto, ni los mensajes delirantes que recibió la marca. Lo incómodo (y brillante) es lo claro que deja algo que muchos todavía prefieren ignorar:
Hoy se puede vender un deseo tan bien envuelto, que parezca una broma y funcione como modelo de negocio.
Dr. Squatch no construyó una campaña provocadora. Construyó una excusa perfecta para que un grupo muy específico pueda convertir su fantasía en consumo. Y Sydney, con una sonrisa y sin salir de la bañera, simplemente dejó que eso pasara.