Estamos viendo un cambio dramático en los estándares de belleza, impulsado por celebridades y la industria del entretenimiento. El protagonista de esta transformación es Ozempic, un medicamento promovido agresivamente por influencers y figuras públicas.
Pero, ¿cuál es el verdadero costo de este cambio para la sociedad?
Veamos.
¿Qué es Ozempic?
Ozempic, originalmente desarrollado como un tratamiento para la diabetes tipo 2, ha ganado popularidad recientemente como una solución para la pérdida de peso. El ingrediente activo, semaglutida, imita una hormona que regula el apetito, llevando a una reducción significativa de peso.
Este componente ha catapultado el valor de mercado de Novo Nordisk, su fabricante, clasificándose recientemente como la duodécima empresa más valiosa del mundo, con una capitalización de mercado de aproximadamente $654.67 mil millones.
Sin embargo, este auge nos lleva a pensar sobre los posibles desafíos que esto puede traer para las marcas de alimentos y bebidas tradicionalmente no saludables, cuyas ventas podrían disminuir si la tendencia hacia la salud sigue ascendiendo.
Adiós a los BBLs
La preferencia actual por figuras más delgadas marca un cambio radical desde la era del BBL (Brazilian Butt Lifts), dominada por figuras como las Kardashian, quienes recientemente han revertido estos procedimientos (allegedly).
Este giro hacia la delgadez no sólo refleja cambios estéticos, sino también económicos. Esta transformación, impulsada por los medios de comunicación y los influencers, ha llevado a la creación de un mercado completamente nuevo.
Todo tiene un precio
Con Ozempic en escena, se vislumbra un futuro donde la gestión del peso podría ser más democrática y accesible, cambiando completamente la lucha contra la obesidad y otros problemas de salud relacionados.
Sin embargo, ese futuro todavía no está aquí. Ozempic (o Wegovy, otro nombre comercial de semaglutida), que puede superar los $1000 por dosis, actualmente representa un lujo inaccesible para muchos. Esta barrera económica no sólo limita quién puede permitirse perder peso, sino que también perpetúa la inequidad en el acceso a soluciones de salud efectivas.
Este fenómeno es un recordatorio de que, aunque la obesidad podría dejar de ser un problema en futuras generaciones, la delgadez fácil todavía podría ser un lujo reservado para pocos.
Además, la demanda ha llevado a una escasez del medicamento en varios países, exacerbando aún más las desigualdades en el acceso a tratamientos efectivos. Al punto de que un startup en USA, Ro, desarrolló una herramienta gratuita para ayudar a los pacientes a encontrar su próxima dosis con reportes y alertas de stocks en farmacias.
La comida y el consumo masivo
A pesar de su actual exclusividad, con el boom de Novo Nordisk gracias a Ozempic, las marcas tradicionales de snacks y comida chatarra podrían enfrentar desafíos significativos en un futuro cercano. La popularidad de estos tratamientos podría incitar a los consumidores a consumir en menor cantidad productos adictivos de la industria alimentaria.
Este cambio en las preferencias del consumidor podría resultar en una caída de ventas para estas marcas, lo que les obligaría a innovar en sus estrategias de marketing y a diversificar sus productos para adaptarse a un mercado que prioriza opciones más saludables.
Un ejemplo destacado es el supermercado Erewhon en Los Ángeles, conocido por su enfoque en alimentos saludables y orgánicos, y sus colaboraciones con influencers y marcas de lujo como Balenciaga.
Este enfoque muestra cómo las marcas podrían adaptarse para mantener su relevancia en un mercado cada vez más enfocado en el bienestar.
Sin ajustes significativos en sus estrategias de mercado, estas empresas podrían enfrentarse a un declive continuo en la demanda de sus productos tradicionales.
Un final avisado
La democratización del acceso a tratamientos efectivos para la pérdida de peso podría catalizar un cambio en la forma en que se comercializan los productos de bienestar y salud. Empresas que se adapten rápidamente a estas tendencias podrían capitalizar el creciente interés por un estilo de vida saludable, mientras que aquellas que no lo hagan podrían quedarse atrás en un mercado cada vez más competitivo.
En última instancia, aunque actualmente la delgadez fácil parece un lujo inaccesible, la historia nos ha enseñado que las innovaciones médicas tienden a volverse más accesibles con el tiempo. Esta democratización no sólo podría eliminar la obesidad como un problema relevante, sino que también podría reconfigurar los mercados globales de manera radical.