⚡️El secreto para derrotar un Imperio
Si vas a emprender debes enfrentarte a una competencia feroz. Hoy te contamos cómo Virgin Cola se convirtió en el clásico ejemplo de lo que sucede cuando la ambición se sale de control.
Su objetivo: derrotar a Coca cola.
¿Quién es Richard Branson?
Si creciste en los 90, seguro has escuchado de él. Un emprendedor, magnate y multimillonario, conocido por ser la cabeza detrás de Virgin Group, una compañía que ha incursionado en todo tipo de industrias: desde la música (Virgin Records), las aerolíneas (Virgin Atlantic) e incluso el espacio (Virgin Galactic).
Y Virgin Cola fue, sin duda, el mayor fracaso y una de las mayores lecciones para el legendario empresario.
La idea del millón
En 1994, un fabricante de gaseosas hizo que Branson probara a ciegas 3 bebidas: su propia mezcla, Coca-Cola y Pepsi.
A Branson le gustó más la mezcla original. Esto hizo que repitiera la misma prueba en la escuela de sus hijos, donde la mayoría escogió la nueva bebida.
Y así nació la idea de crear una nueva cola bajo el grupo Virgin.
Una oportunidad en el mercado
En una industria de más de 50 mil millones de dólares al año, tener éxito moderado podría garantizar una fortuna, pero Richard Branson iba por el premio gordo.
Quería derribar a Coca-Cola.
En el pasado ya había logrado tener éxito frente a líderes de otras industrias.
Y Coca-Cola representaba un reto similar. Además, el gigante se encontraba en un momento de vulnerabilidad con varios proyectos fallidos en los últimos años.
Todo indicaba que era la oportunidad perfecta, o ¿no?
La Campaña
Luego de su lanzamiento, sólo podías encontrar Virgin Cola en los aviones y cines Virgin. Lo que causó la distribución masiva de la bebida y su consecuente éxito en el Reino Unido, fue el contrato exclusivo con Tesco.
Todo apuntaba hacia el éxito. Ellos mismos reportaron que ya había superado a Pepsi.
Por lo que decidieron invertir millones de dólares en marketing.
Con apariciones en series de TV populares como Baywatch y Friends e incluso contratando a Pamela Anderson, la inspiración para su nueva botella llamada, “The Pammy”.
La gran entrada
Y en 1998, Richard Branson llegó a Time Square conduciendo un tanque militar que pasó por encima de una pila de latas de Coca-Cola.
El mensaje no podía ser más claro, estaba allí para derrotar a su mayor competidor. Y vaya que se hizo escuchar.
Luego de firmar un contrato de distribución con target y numerosas apariciones en series americanas, fue en este punto cuando Coca-Cola asume la situación como peligrosa y decidió tomar medidas masivas.
El primer error: subestimar a la competencia
Aunque inicialmente Coca-cola no vio a Virgin Cola como una amenaza, un ejecutivo de la marca en Reino Unido sí vio el potencial que tenía de convertirse en una marca global y convenció a sus líderes de empezar una campaña agresiva para detenerlos.
Esto marcaría el primer error de Branson, desconocía el poder de la marca Coca-Cola y todos los recursos que podían utilizar en su contra.
En ese momento era la tercera empresa más grande de EE. UU y estaba valorada en 72 mil millones de dólares, la marca más valiosa de la época.
Su poder se dió a conocer de manera desmedida. Crearon un grupo de trabajo al que llamaron SWAT y su misión era una: hacer desaparecer a Virgin Cola.
Los ejecutivos de Coca-Cola fueron al Reino Unido para firmar contratos de exclusividad con empresas minoristas y asegurarse de que Virgin Cola desapareciera de los estantes.
El equipo SWAT incluso amenazó a los minoristas con retirar los refrigeradores de Coca-Cola si se negaban a cumplir.
Y eso no fue todo, Coca-Cola dobló su presupuesto para publicidad y marketing.
En las propias palabras de Branson:
“No estábamos preparados para el tamaño o la ferocidad de una respuesta de esa magnitud.”
El segundo error: otra opción de lo mismo
Aunque el contraataque de Coca-Cola fue poderoso, no fue la única razón para el declive de la marca.
Branson tenía un buen producto y un excelente marketing, pero la raíz del problema era más profunda:
La Diferenciación.
El producto no era lo suficientemente diferente de Pepsi o Coca-Cola como para hacer que sus competidores se cambiaran.
A pesar de sus esfuerzos, las ventas bajaron y bajaron. Cuando se dieron cuenta de que sólo eran la gaseosa #1 en Bangladesh, decidieron dejar de fabricar.
No es suficiente ser “un poquito” mejor
Para poder diferenciarte, tienes que innovar en un área. Los consumidores no abandonarán una marca con la que han tenido una conexión por muchos años por otra opción desconocida muy similar.
En el caso de Virgin Cola, la gente ya tenía un producto que les gustaba, a un precio que estaban felices de pagar (Coca-Cola).
No siempre se trata de crear algo nuevo, a veces la diferencia se basa en un servicio más rápido (Mcdonalds), un método de pago más cómodo (Apple) o un envío más eficiente (Amazon).
Branson aprendió una valiosa lección de este fracaso y ahora tú también.
Sólo se gana fallando 😌
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