⚡️ Conviértete en una marca a prueba de balas
Hace unos meses la leyenda del grupo Oasis, Noel Gallagher, decidió darle un toque técnico a uno de los nuevos talentos de la música, Lewis Capaldi:
“La música en este momento está jodidamente débil. ¿Quién es este tipo, Capaldi? ¿Quién es este idiota?”
La respuesta de Capaldi fue brillante. Actuando en Glastonbury, salió con el vídeo de las críticas de Noel Gallagher, vestido con un bucket hat y una parka (un atuendo clásico de Gallagher), antes de dedicar su actuación a Noel al final.
Su nombre se ha difundido por toda la prensa y las redes sociales y ha ganado muchos nuevos fans.
Gallagher respondió con un escueto “Fucking Chewbacca!”. Capaldi respondió cambiando su foto de perfil, y remixeando su nombre a Chewis Capaldi.
Es como encontrarse un armadillo al que le gusta rodar por la ladera: si te molestas con él y lo pateas, sólo lo estás ayudando.
Las palabras de Gallagher estaban diseñadas para hacer daño. Pero Capaldi las hizo suyas. Las llevó como una insignia de honor. Y al hacerlo se volvió antifrágil.
Cuanto más te metes con él, más fuerte se hace.
Entendiendo la “antifragilidad”
Antifragilidad ≠ Fragilidad
Si te metes con algo frágil lo dañas. Si te metes con algo antifrágil lo haces más fuerte. Tomemos como ejemplo el golf:
El golfista frágil detesta el viento. El golfista antifrágil lo utiliza en su beneficio.
Lo mismo ocurre con las marcas. La mayoría de las marcas son frágiles.
Los aumentos de factores de volatilidad (el azar, los factores de estrés, los errores) son la peor pesadilla de los departamentos de relaciones públicas. Solo hay que ver la cotización de Facebook en 2018.
Pero de vez en cuando, al igual que Lewis Capaldi o el experto golfista que juega con el viento, las marcas pueden beneficiarse del aumento de la aleatoriedad, los factores de estrés o los errores.
Caso KFC
El año pasado, KFC se quedó sin pollo y se vio obligada a cerrar temporalmente 700 sucursales en el Reino Unido. Para la mayoría de las empresas, una pifia tan monumental sería un desastre. La respuesta por defecto es emitir una disculpa formal:
Pero esto es frágil. Sólo echa más leña al fuego. Afortunadamente, el equipo de relaciones públicas de KFC comprendió intuitivamente la antifragilidad.
En su lugar, crearon un anuncio a toda página en los periódicos del Reino Unido, en el que aparecía un cubo de pollo vacío y las letras de su famoso logotipo reorganizadas para que se leyera "FCK, lo sentimos".
La gente empezó a ver el lado divertido y, así, un desastre inminente se convirtió en una historia de relaciones públicas positiva. Eso es la antifragilidad.
¿Qué necesitas para ser Antifrágil?
La clave es la apropiación. O te adueñas de la historia o dejas que la historia se adueñe de ti. Y como hemos visto a lo largo de este artículo, el mejor camino para apropiarse de ella es:
Abrazar tus defectos.
No tomarte demasiado en serio.
Por ejemplo:
Esta es la teoría de la batalla de rap de Eminem: di todo sobre ti mismo antes de que lo hagan los demás.
Has alcanzado la antifragilidad. Nada de lo que te digan podrá hacerte daño.
Referencias: Nassim Taleb
Si quieres saber más sobre la antifragilidad, el concepto fue desarrollado por el gran Nassim Taleb y su libro, Antifragile, es el lugar por donde empezar.
La mayoría de los libros de no ficción se escriben en torno a una buena idea, Antifrágil, sin embargo, tiene múltiples ideas rompedoras que requieren tiempo para asimilarlas y aplicarlas como modelo mental.
Erudito, humorístico y revolucionario, el significado de Taleb es radical: lo antifrágil, y solo lo antifrágil, sobrevivirá a la prueba del tiempo.
Por eso hacemos lo que hacemos
Aprender a diario, probar caminos nuevos con nuestros clientes, y compartir todo lo que podamos contigo…
Sólo así nos hacemos más fuertes.