En 2023, HBO Max decidió cambiar de nombre a “Max”. ¿La razón oficial?
Expandir su catálogo, sumar contenido de Discovery+ y atraer a una audiencia más amplia.
¿La realidad entre líneas? Querían dejar de ser “solo HBO” para convertirse en un gran contenedor de entretenimiento. Un Netflix más. Un Disney más. Un “todo para todos”.
Pero ahí estuvo el primer problema.
HBO no era “solo HBO”
Era HBO: una marca con décadas construyendo un significado muy claro de calidad, prestigio y narrativa potente.
Cambiar el nombre no fue solo un ejercicio de branding. Fue una decisión estratégica que intentó expandir sin considerar el costo simbólico: sacrificar el mayor diferencial que tenían.
Y lo que prometía más contenido… terminó sonando genérico. Y lo genérico, en branding, es invisible.
La caída del mito
Para 2025, los efectos ya eran evidentes:
Usuarios confundidos.
Fans desilusionados.
Y un nombre que sonaba más a “canal de cable” que a prestige TV.
En Reddit, los comentarios eran claros:
Y mientras tanto, los intentos de corregir el rumbo (como el nuevo logo monocromático) no fueron suficientes. Seguía siendo una cirugía sin bisturí.
Hasta que recalcularon
En su landing de streaming, anunciaron que vuelven a llamarse HBO Max. Misma app. Mismo contenido. Nuevo/viejo nombre.
Y no, no es un paso atrás. Es un mensaje: una marca no se reconstruye borrando lo que la hizo poderosa. Se reconstruye reconociendo lo que la sostiene.
La tensión que muchas marcas enfrentan
¿Qué pesa más: escalar o mantenerse fiel a lo que te hace distinto? Y aunque no hay una única fórmula, en este caso la respuesta quedó clara.
Si creces perdiendo lo que te hacía memorable, no estás creciendo. Estás multiplicando lo irrelevante.
Ahora, ¿por qué su comunicación fue brillante?
Porque lo sabían. Volver a llamarse HBO Max iba a levantar cejas. Iban a parecer inseguros. Inestables. Inconsistentes. ¿Y qué hicieron? Se rieron primero. Y mejor.
Su cuenta en X actualizó la bio con un:
“Estos rebrands están tratando de matarme.”
Y los posts, uno mejor que el otro.
En especial, el más brillante:
En lugar de tapar el error, lo abrazaron con ironía, cultura pop y timing. Y eso no es crisis management. Es branding con autoconciencia.
Porque hoy, la gente no necesita marcas perfectas. Necesita marcas que sepan cuándo se equivocaron y sepan reírse de eso.
HBO entendió que la conversación cultural pesa más que la nota de prensa. Y por eso ganó.
Volver a tu esencia no es retroceder
Es tener claro el terreno que quieres defender.
La nueva jugada de HBO Max no es solo de naming. Es de posicionamiento:
Apostar de nuevo por su identidad premium.
Diferenciarse en vez de diluirse.
Y recordar que no todas las marcas están hechas para ser masivas… pero sí para ser inolvidables.
Y si necesitas corregir… hazlo antes de que te borren del mapa. (X está a tiempo 👀)
HBO Max se equivocó, pero corrigió.
En un momento donde admitir un error parece más arriesgado que cometerlo, eso, justamente, es lo que sorprende. 🤓
Wowwww que análisis más enriquecedor!!!
Fabuloso contenido!!